13/5/13

Sobre viajar en un bus repleto

Todos hemos viajado alguna vez en un bus de esos que sabemos que dos o tres paradas más adelante se llenarán de pasajeros de todo tipo que harán lo imposible por instalarse con algún atisbo de comodidad en ese viaje sin retorno que es ir a trabajar.
Lo primero y primordial por hacer es nunca, nunca jamás separarse mas de dos metros de la puerta por la cual se piensa bajar si es que no hará un trayecto demasiado largo. Si se sabe que al momento de bajar la unidad de transporte público estará tan llena que ni siquiera podrás rotar sobre tu eje entonces no se ha de avanzar al medio sin importar lo que diga cualquiera y mucho menos ese señor que se dedica a cobrar pasaje. Para hacer esto, lo primero que se debe hacer es encontrar un lugar que tenga tres características primordiales: algún pasamano del cual coger, que no interrumpa el paso de quienes sí quieren avanzar (colabora, pe) y como ya se dijo antes de fácil acceso a la puerta de salida en caso de incendio.
Ojo con los choros. Mantén tus objetos más preciados a la vista, puede ser en el bolsillo de la camisa o en algún lugar donde hagan presión como el cinturón de tus pantalones de tal manera que de ser removidos podrás inmediatamente sentirlo y actuar en consecuencia.
Si viajas en alguno de los buses que van por Evitamiento rumbo al sur entre 6 y 7 de la mañana debes sobre todo tener cuidado con un par de carteristas que gustan de trabajar en buses en los cuales ya hay gente que va colgada del estribo. Uno de ellos lleva traje formal y un maletín negro donde supuestamente lleva papeles a su lugar de trabajo. El otro es un joven de color sospechoso, de cabellos cortos largos por el descuido y vestir informal. Si no han logrado nada satisfactorio hasta el paradero llamado de Santa Rosa, se bajan sigilosamente y sin pagar pasaje como si no se conocieran. Luego subirán a otro bus y así sucesivamente hasta conseguir algo ajeno que les permita sobrevivir.
Al momento de bajar es importante aprovechar la viada del paradero inmediato anterior al que uno piensa bajarse. Es decir que el último en bajar en un paradero podría ser el primero del siguiente paradero y ese es el objetivo. Cuando los cuerpos se acomoden para bajar en ese paradero que ya se sabe es el anterior al nuestro, uno debe colocarse al último de esa fila y avanzar con ellos como si fuera realmente a bajar. Entonces, al llegar a la puerta detenerse ante ella y esperar que esta cierre. Así, el paradero siguiente, que es el que corresponde, encontrará al usuario en la primera línea, listo para desembarcar sin necesidad de hacer algún esfuerzo mayúsculo como seguramente le sucederá a aquellos que no planifican con anticipación.
Pero sobre todo y este es quizás el consejo más importante de todos; siempre tenga a mano algo para leer porque si no le será mucho más difícil usar su imaginación para escapar de esa situación tan deleznable en la que se encuentra cuando viaja en un bus repleto de pasajeros. Imagine mucho mientras viaja, mire a su alrededor y piense que este es un tren lleno de judíos rumbo a un campo de concentración y que usted es uno de los que conspiran para lograr que todos escapen, piense que esos paisajes que ve a través de la ventana pertenecen a una civilización a la que está llegando a visitar en el planeta Marte. En fin, lo que sea pero escape de esa realidad y disfrute de su viaje porque ya se sabe que si del cielo caen limones hay que aprender a hacer limonada.

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