30/4/12

Raul - Capítulo 2

Lo que sucedió después de aquel día no se recuerda pero se puede deducir. Frau Belaunde fue la Klassenlehrer ese año así que ella debe haber sido quien estaba frente a todo este grupo nuevo de 30. Probablemente repartieron los libros de ese año, quizás no todos, solo algunos. Seguramente Frau Belaunde hizo uso de esa pizarra mágica que subía o bajaba y cuyos extremos derecho e izquierdo podían cerrarse sobre el centro de la misma. Debe también haber explicado algunas generalidades.
En cuanto a los nuevos, se intercambiaron las primeras palabras y se rompieron los hielos entre niños casi adolescentes que no sabían nada el uno del otro. El hombrecito miró alrededor y buscó a José Picón. Felizmente no estaba, le cayó muy mal 6 meses antes.El resto de lo que sucedió tal día sería irrelevante.
Aquella semana se sucedieron muchas novedades. Ya no era una sola señorita que enseñaba de todo menos inglés. No. Era un profesor para cada curso. La Frau Bakovic, debutante como ellos. El Herr Niemitz con su muñeca Tanja. El profe Vale con sus apodos y su palomillada. La Frau Ferro y sus textos hechos por ella misma. La Frau Ulfe y su contrastante seriedad. Y su mechón de canas en la frente. La gorda Lopez y sus faldas de abuela además del terrible dejo alemán sobre su español imperfecto. Tanta gente nueva, tanto pelito rubio.
Además, en esos días el hombrecito se tomaba cada recreo para andar como ahora desanda y explorar sus límites en tal espacio inacabable. Había mucha gente en ese patio y después, había otro patio, como galaxias caóticas. Curiosamente, al volver al salón notaba que en aquel lugar algo común se había estado formando entre los otros 29 nuevos como él. Se sintió excluido. Demoró 3 días en darse cuenta que el salón participaba en cada recreo de un juego común de policías y ladrones. Todos participaban. Menos él, claro.
Así que al cuarto día participó y ya el hombrecito y Raul cruzaban cada día más palabras.

Raul - Capítulo 1

Al cambiar de colegio había que empezar de nuevo a hacer amigos. Así que este pequeño hombrecito llegó de la mano de algún familiar que ya no recuerda a aquel lugar tan lejano de casa en el que iniciaría una nueva vida escolar. 6 meses antes había dado un par de exámenes y en uno de ellos se sentó junto a Cesar Oliden a quien claro, no conocía de nada pero al parecer ambos recordaban bien sus caras pues al verse aquella mañana inmediatamente se reconocieron y se sentaron juntos en uno de esos maceteros abundantes que adornaban los patios del colegio nuevo. Intercambiaron unas pocas palabras intrascendentes y esperaron. Tras algunos minutos, se encontraron ambos en una larga fila con muchos conocidos y algunos desconocidos de meses ha que traían la misma cara de desorientación, ansiedad y expectativa que ellos. Se cantaron los himnos (del Perú y de Alemania), alguien irreconocible dijo algunas palabras olvidables desde un micrófono y entonces era momentos de pasar a los salones (jamás a las aulas, horrible palabra).
El salón 5º E estaba en el segundo piso. Alguien los condujo, ellos obedientes aun, en silencio, el pequeño hombrecito pensando en que el camino era largo hasta allá y me voy a sentar en el primer lugar que encuentre. Entraron al salón y los primeros de la fila cogieron sus lugares lo más pronto, los demás los imitaron y fue una competencia de segundos, nadie quiere quedarse sin asiento. El pequeño hombrecito avanza y finalmente en la cuarta carpeta de una fila encuentra un lugar. Al otro extremo de tal carpeta hay alguien más. Las miradas se encuentran, se estudian en una fracción de segundo. Blink, Malcolm Gladwell.Se aceptan mutuamente y se sientan simultáneamente. Sonríen sin mirarse, están contentos de que no les haya tocado sentarse con alguna mujer.
- ¿Cómo te llamas?
- 'Hombrecito', ¿y tu?
- Raul.

24/4/12

El Dr. Fideicomiso se sentó frente a la ventana y ante sí tenía los cerros de SJL pelados que le decían cada día que lo mejor que podía hacer era eso justamente, sentarse y no hacer nada por el rato más largo que pudiera. Colocó las manos en la nuca y aspiró hondo el aire sucio y frío del aparato de aire acondicionado sobre su cabeza.
Tocaron a la puerta.
El doctor no quería levantarse a abrir. En estos días, cuando alguien se atreve a tocar una puerta ajena es porque algo grave ha sucedido. Grave bueno, grave malo. Algo que amerite tocar una puerta ajena. Decidió hacerse el sordo. Se cansarían y se irían. Pero tras cinco minutos la insistencia parecía inmortal. Así que se levantó, estiró las piernas y los brazos cual si recién amaneciera para él y abrió la pesada puerta de cedro que muchos años atrás había costado tanto.
Era Valeria, su hermana.
Ingresó sin decir palabra y al detenerse, inspeccionó el lugar de un vistazo. No miraba al doctor pero parecía que en cualquier momento iba a sacar una libreta para apuntar las cosas que veía.
- ¿ Y dónde está el conejo?
Al inicio, ella no contestó. Siguió con su inspección y dio unos pasos más hacia el interior. Dos pasos para ser exactos. El doctor dejó de mirarla sabiendo que la respuesta llegaría pero sin saber cuando. Pensó en tomar asiento, así descansaría al menos y también podría demostrar su impaciencia, pero le pareció descortés, así que mejor no hizo nada.
- Ha muerto.
- ¿Por qué?
- Aún no se sabe. La autopsia se hará esta tarde.
- Podría estar presente.
- No, gracias. Eres médico, no veterinario.
- Pero siempre quise serlo. Y tú lo sabes.
- Sé menos de lo que piensas.
- Lo sé.
El doctor abrió la puerta y Valeria salió sin llegar a contener las lágrimas. El doctor la vio bajar las escaleras y cubrirse el rostro con el brazo derecho. No sintió pena, más bien satisfacción.

23/4/12

u + me (espero disculpen la huachafería del título)

Cuando pasa un avión, me acuerdo de ti. Cuando veo a otros que son de tu edad, también. Cuando veo televisión y tú no estás por ahí, corriendo o haciendo cosas que ya me explicarás después, lo mismo. En esos momentos en que parece que ya no tengo nada que hacer, me faltas mucho.
Hay mañanas en que me quiero quedar a tu lado y hay noches en que temo rozar tu cuerpo con alguna violencia. Cuando te miro y tú no me miras, me gusta sentir que soy como un ángel de la guarda torpe y me gusta estar pero sin estar. Aun me equivoco con frecuencia y muchas veces estoy cuando no debo o falto cuando se requiere mi presencia. Ya me irás enseñando y tenme paciencia. 
A veces nos mordemos, a veces nos besamos, a veces damos vueltas sobre la cama, abrazados y somos tan felices, yo como nunca jamás lo he sido con nadie. Nos reímos, nos empujamos y me gusta olerte y sentir tu piel en mis cachetes y tus manos en mi pellejo agotado.
En el parque somos lo que yo quisiera que siempre seamos. No lo defino en pocas palabras, solo eres tú corriendo y arriesgándote y yo detrás tuyo, orgulloso de estar contigo. Y tus cachetes. Y tu pelo. Y tu risa pendeja cuando sabes que el mundo está a tus pies. Y tu asombro que es lo que más espero cada día, que te asombres y que nunca jamás dejes de hacerlo porque cuando dejes de hacerlo, entonces las cosas serán muy grises y a ti te encantan los colores. Casi tanto como los perros que persigues pero no te animas a tocar. Ve, huele , toca, lame, oye. Pero no te asustes, esto es la vida y es hermosa, no hay de qué preocuparse.

19/4/12

Gloria

La música queda. Siempre. En casa hubo desde siempre un lp azul de un grupo español de niños llamado Parchís. Y de todas las melodías que emitía la más memorable ha sido aquella llamada 'Gloria.'
Un sábado una tarde, llegué a casa desde cualquier lugar y me encontré con que no encontré a nadie mas y en la televisión iba a empezar el Perú-México de esa Copa América. Como casi siempre que juega Perú, se trató de partido raro en el que Perú empezó ganando con holgura para minutos después mirar al vacío y dejarse empatar de manera vergonzosa y llegaron los penales entonces.
No recuerdo como es que legué a eso, solo sé que encontré aquel lp y en el nuevo viejo tocadiscos escuché aquella canción una y otra vez. Y la canté, a los gritos. Y a mi ventana llegaron almas infantiles a husmear entre las cortinas cerradas a aquel loco adulto que cantaba a dentelladas una canción tan desconocida como inútil de recordar.Y allí estaba riéndose de mi desatada libertad entre cuatro paredes. Yo solo era en su visión inmaculada de todo, un excéntrico vecino que miraba fútbol y celebraba cada penal convertido con inexistentes amigos al ritmo de tal recurrente canción. Perú perdió.
Para mi Gloria no es sobre una mujer. Es sobre alcanzarla, sobre la búsqueda de ese triunfo último, aquel por el cual vale la pena cualquier miseria. Ese triunfo que no llega y no llega porque así desalienta mejor a los débiles. El que todos buscamos incesantemente y la mayoría no encontraremos jamás. Ese minuto que como dice su canción 'mi boca sin querer nombra.' Una canción que se ha guardado en mi memoria por más de 30 años.


17/4/12

Blanco

Llevo muchos minutos intentando escribir algo, lo que sea, pero la hoja hasta hace unos segundos, permanecía blanca. Las ideas me han abandonado hoy. Soy apenas un mediocre escritor de blog que hace lo mejor que puede. Y esto, tan triste, es lo que hoy pude.

16/4/12

La vida sin ti

Julio Iglesias cantaba que 'la vida sigue igual'. Lennon nos decía que la vida es lo que te sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes. Life is life gritaba una canción tan insoportable como estúpida.
Pues resulta que tu vida no es la única que existe. Cuando tú desapareces de su vida, la vida de los otros continúa. Y estos otros crecen, se reproducen, ganan premios, dilapidan fortunas, lloran, ríen y todo eso sin ti, que en algún momento fuiste tan indispensable.
Husmeas por una ventana y ves que ellas ya te olvidaron y son felices y han tomado decisiones que jamás imaginaste tomarían. Se casaron o se divorciaron, tuvieron hijos, los perdieron, encontraron su camino, se volvieron felices, sonrientes y tú tan lejos. Pero claro, reflexionas al instante y notas que nadie jamás pondrá fotos de esos días tristes y eso satisface en algo esa enfermiza envidia que empezaba a aparecer.
Y los ves entonces a ellos, encaminados, liberados, productivos. Han llegado sus momentos y los están gozando, aprovechan hasta el segundo inasible en el que la fatiga te absorbe y alzan los brazos en ríos, puentes, montañas, sonrientes, vencedores, plenos de victoria. Y es la ventana feliz desde la que aguaitas porque la triste está tapiada, ¿quién osará estar genuinamente triste ante su público que espera?
No pues, el show debe continuar.

15/4/12

Fútbol Colombiano (2)

... Años más tarde vi el 5-0 a Argentina con Jaime, tirado en el mueble de mi casa y disfrutando cada gol como si fuera propio. De allí, la locura. García Márquez apostó un Mercedes a que Colombia salía campeón mundial, vinieron mil partidos de exhibición, las apuestas imposibles y finalmente, la debacle. Primero Rumania les metió 3, luego EEUU les ganó con autogol y allí nomás quedó todo. Tanto fútbol y no poder nada contra esta eliminación. La muerte de Andrés Escobar. Lo dicho, la locura. Francia 98, el final de una generación irrepetible.
El nuevo siglo trajo al Once Caldas, campeón de América. Pero antes estuvo su Copa América que la ganaron por primera vez. Y para mi, todo eso ha sido el fútbol colombiano hasta hoy.
El Campín, el América siempre subcampeón de América, la droga en sus equipos y mi imagen recreada del plantel completo del Nacional jugándose una pichanga en la cárcel con la gente de Pablo Escobar. Higuita y su escorpión, el Pibe y sus medias caídas, el díscolo Asprilla y sus volteretas, Leonel Alvarez y pinta de pirata, Usuriaga y sus peinados horribles, Rincón y su grito torpe en Italia 90, Willington Ortiz, el pitufo De Avila eliminando a la U de una Copa Libertadores, el DIM eliminando también a la U en el 94, el Cole con su disfraz en el Estadio Nacional, el de verdad no esa huevada prefabricada que tenemos ahora en su lugar.
El fútbol colombiano es uno de los más bonitos que vi en mi vida.

14/4/12

Fútbol Colombiano (1)

Me gusta Colombia. Es un lugar de gente creativa, culta, digna. Son originales, viriles ellos, hermosas ellas y lo real maravilloso está allí y se siente tan a la mano que es un asombro tras otro lo que va proviniendo de tan atractiva tierra.
Mockus, Andrés Caicedo, García Márquez, Amparo Grisales, Barranquilla, Medellín, Cali, el grupo Niche, los Titanes, Joe Arroyo, Pablito Escobar, los cárteles, los Buendía, Betty la Fea, tanta belleza y tantos héroes y villanos de fábula y de los otros que nos recuerdan a esta tierra del café.
Y del fútbol. Porque es imposible hablar de Colombia sin hablar de su fútbol. Y lo primero es El Dorado. En los 50s Colombia se desafilia de la FIFA y crea una liga de ensueño. Por Perú va Valeriano, Gomez Sánchez y tantos otro a poblar al Millonarios, al América, al Nacional, al DIM y demás. El 4-4 ante URSS en el mundial de Chile es los 60s. CCCP = Con Colombia Casi Perdemos. Luego no hay Colombia hasta los 80s, eliminando a Perú de México 86. Cueto, La Rosa, Malásquez en equipos colombianos. Inolvidable la narración de La Malasqueña, gol de antología considerado el mejor gol marcado en el Atanasio Girardot. El Nacional de Medellín campeón de la Libertadores con Pablo Escobar en la tribuna. Se dice en Perú que los peruanos enseñamos a los colombianos a jugar fútbol, pues en los 90s los alumnos superaron largamente al maestro.
La década empieza con uno de los momentos más sublimes de la historia del fútbol: el gol a Alemania en el mundial. El Pibe la toma, la amarra, la esconde y de un soplido deja a Rincón solo frente al enguantado alemán. Minuto 92, huacha y mi papá a solas, en casa gritando frente la TV Mitsubishi en esas mañanas de huelgas de maestros...

13/4/12

Vignale

A veces no se entiende cómo hay personas que pueden dejar en uno un recuerdo tan perenne. Me refiero sobre todo a aquellos que sin ser protagonistas de nada en tu vida, de pronto una mañana los recuerdas y sonríes sin mayor explicación.
Carlos Vignale fue una persona con la que tuve contados encuentros. No habrán sido más de 5. Sin embargo, en todas tales ocasiones, supo sorprender a este niño o adolescente que quizás aun sigo siendo con una cierta calidez, una cierta empatía, una cierta juventud a pesar de sus años, experiencia y rayas de tigre acumuladas. Pero sobre percibí siempre en él un respeto que no resultaba común en las personas adultas que anduvieran cerca. No recuerdo jamás haberlo visto ejercer un reproche hacia alguno de nosotros.
Sin embargo, no deseo necesariamente haberlo conocido más de lo que lo hice porque es probable que de haber sido así tales calidades habrían pasado desapercibidas. Su voz poblada de gallos, su permanente buen humor, su actitud tan serena es lo que ha permanecido en mi memoria. No ha sido honestamente alguien importante en mi vida pero estuvo por allí orbitando y de pronto dejó de estarlo y todos hemos seguido igual hasta que en una conversación casual alguien te dice que este señor se ha ido de este infeliz planeta (Morrissey dixit) y no puedes evitar sonreír aun en tan triste circunstancia. Triste porque habrá muchas personas que extrañarán su presencia. Yo no lo extrañaré pues su presencia ya no estaba cerca hace mucho pero sí puedo decir que si fue alguien que logró ser recordado con mi sonrisa, entonces sé que su memoria seguirá significativa y alegre, brillando entre tanto recuerdo gris por mucho más tiempo por venir.

12/4/12

¿Qué nos pasa? Cuatro ----> El 'Ruidoso'

Son pocos pero son. Aparecen donde menos se les espera y en el momento en que te encuentras más vulnerable, sin audífonos ni paciencia. Pueden estar en la combi por ejemplo. Eso sí, donde sea que se les encuentre, siempre será reggaetón. Subes y justo detrás tuyo está sentado uno de estos melómanos. No se entiende por qué, si existen los audífonos, este especímen insiste en poner su horrenda música a todo volumen desde aquel infernal invento llamado celular. El 'Ruidoso' piensa genuinamente que está haciendo un favor a todos animándoles el viaje. No cabe en su mesozoico cerebro que exista gente que prefiera la tranquilidad. Él siempre pensará estar en lo correcto, los erróneos son los demás.
Otra característica de este tipo de homo sapiens es el hecho que cuando converse con un semejante en cualquier lugar público, utilizará un vocabulario soez y levantará la voz hasta la vulgaridad extrema sin importarle la presencia de niños o mujeres mayores o no. Una variante son aquellos que tienen estas características y además manejan una combi o cúster, quienes también usarán vocabulario de ese tipo en sus conversaciones pero no usarán celular sino el equipo de su vehículo para atormentar al prójimo viajante.
Usualmente no cabe discusión o pedido de clemencia ante estos entes y sus melodías pues como ya se ha dicho, ellos creen firmemente estar haciendo un bien a la comunidad alegrándolos con esta música de moda y no habrá argumento que los convenza de lo contrario.

11/4/12

¿Qué nos pasa? Tres ----> El 'Guachi y su corbata'

Viste de camisa y corbata, pero no saco. Muchas veces usa lentes oscuros aun cuando se desempeñe bajo techo. Lleva además un audífono con el que alguien en algún lugar remoto lo dirige cual juguete con pilas nuevas. Es prepotente y desconoce el principio de inocencia. Para él siempre serás culpable. Cabello corto, rezago de alguna academia pre-militar a la que asistió cuando aun tenía esperanzas de ser feliz pero que no le sirvió para ingresar. No es nada, ni policía, ni militar, pero el disfraz lo convences de que sí lo es. Se le encuentra a la puerta de grandes tiendas como supermercados y tiendas por departamento (Saga, Ripley).
Cuando te hable, además, nunca te mirará. Al entregarle tu bolsa de compras para demostrar que no eres culpable de lo que él te acusa, hará una ridícula y superficial revisión que justificará su presencia en ese lugar. Si alguna vez le reclamas porque ni él ni la tienda tienen ningún derecho a tratarte de esa manera, el guachi y su corbata procederán a usar la fuerza física porque eres un sospechoso. Si es necesario, llamará refuerzos y te arrastrará contra tu dignidad a algún lugar donde serás revisado cual terrorista o narco de la peor calaña. Si tienes suerte de que tu caso llegue a la red o mejor aún, a la radio o la tele, la tienda te hará una oferta que no podrás rechazar y te tendrás que retractar de lo que fue cierto.
El guachi y su corbata quisiera una vida marcial perteneciendo a alguna institución castrense pero en vez de eso, es un guardián de tiendas. Quisiera correr junto al auto del presidente presto a lanzase sobre él para salvarle la vida en un atentado pero en vez de eso está de pie muchas horas revisando bolsas de plástico y soportando preguntas babosas de clientes aún más babosos. Se entienden la frustración y sus tristes consecuencias.

10/4/12

¿Qué nos pasa? Dos ----> El 'Acomódese'

Sales de casa o sales de trabajar o estudiar. Caminas hasta la pista más cercana y estiras el brazo. Del segundo carril una combi se meterá al primer carril contra todo y contra todos y todos felices. El chofer orgulloso de su maniobra, el del otro carro aliviado de no haber muerto una vez más y tú de poder ganar unos segundos minúsculos a la vida. Está feliz también, por supuesto, el cobrador de la combi, el 'Acomódese'.
Desde que te divisa con cara de 50 céntimos, te empieza a gritar. Ya sacaste el brazo para detener su vehículo pero es lo mismo, el continuará gritándote su ruta, con medio cuerpo fuera de la ventanilla. Parece un centauro, mitad combi, mitad hombre. El automóvil se detiene y él se baja, desliza la puerta e invita otros potenciales pasajeros, todo en un solo segundo. Frases comunes en ese instante: 'Habla, vas', 'Habla, hay asiento', 'Van a bajar en el próximo paradero.' Cuando ya estás a tiro de su brazo te coloca su usualmente mugrienta mano en la espalda para darte un último impulso, no te vayas a escapar. Además sirve para apurarte, para que 'seas breve', 'poquito rápido.'
Cuando ya tienes un pie adentro, la combi inicia su avance violentamente, no hay tiempo que perder. Podrías caerte, pero eso no importa a nadie, porque caerás dentro de la combi y ya no puedes bajarte sin pagar. Entonces llega el momento de la frase; 'Por favor, acomódese, arrímese un poquito, colabore, todos quieren bajar.' Y allí vas y ay de ti si no haces caso, no pasarán diez segundo sin que te lo vuelva a decir, que te acomodes, que te sientes por favor, cada vez con una entonación más amenazante. Si no lo haces, en su iluminada opinión, serás tildado de ridículo y por qué no tomas taxi.
Luego te cobrará en tono de asalto y será feliz aterrorizando a los pasajeros y cuando quieras bajar te empujará para que no lo demores en su carrera mortal hacia las chinas que tendrá que disputar paradero a paradero.

9/4/12

¿Qué nos pasa? Uno ----> La Pituca Perdida

La pituca perdida es usualmente una joven que estudia en alguna universidad particular de las tradicionales y que simplemente no entiende por qué el gobierno no logra hacer que el Perú se parezca más a Miami. Y eso la frustra mucho. Tanto que hasta conmueve.
La pituca perdida ha ido probablemente a alguno de los colegios más caros de Lima y ha viajado innumerables veces por la avenida Caminos del Inca rumbo a ese colegio. Con este profundo conocimiento de la realidad nacional, no puede dejar de preguntarse con frecuencia por qué hay ambulantes si afean tanto el paisaje, por qué las serranas insisten en vestir polleras si hay SALE de ropa en el Jockey y por qué el presidente no despide a los congresistas si total, están haciendo mal su trabajo.
La pituca perdida sabe decir 'o sea' pero no sabe como se escribe. Ríe a carcajadas en clase cuando recibe un mensaje de texto porque es un espíritu libre al que nadie jamas le quitará su derecho a reír. La clase, el profesor y sus compañeros no importan. La pituca perdida robará un pulmón cuando sea una adulta con maestría y cada 5 años, si no hay golpe de estado, hablará de políticos apasionadamente hasta exactamente el momento de irse a dormir el día de la segunda vuelta. Se solidarizará con Utopía pero no con Mesa Redonda. Siempre se burlará de los periódicos nacionales que no son El Comercio y los verá siempre como algo pintoresco de los pobres. Hablará de tú a todo aquel que sea de piel no blanca sin importar su edad ni sus galones. Quizás un día tendrá un programa en un canal de cable donde dará rienda suelta a su creatividad poblada de Garfields y muffins.
Finalmente la pituca perdida es una especie a la que difícilmente se le verá fuera del circuito Camacho-La Molina-Asia y llegará a vieja y morirá pensando que el Perú es eso que ha visto a través de la ventana de sus sucesivos autos.

8/4/12

¿Qué nos pasa?

Hace muchos años se transmitía un programa cómico mexicano llamado '¿Qué nos pasa?' Se le encuentra en Youtube. En él, un actor, Héctor Suárez, representaba a diferentes personajes de la sociedad mexicana (latina, que al fin y al cabo nos parecemos tanto todos) con hábitos molestos que coincidían en la falta de respeto al prójimo. Estaba por ejemplo 'El Destroyer', un tipo de rostro cubierto por un cerquillo ridículo que aparecía en pantalla para en silencio vandalizar todo aquello que se le ponía en frente. Autos, cabinas telefónicas, bancas de parque, lo que fuere. Lo hacía hasta ser atrapado y entonces su actitud matonesca cambiaba por la sumisa y temerosa, mientras prometía temblando 'No más, no máaaas'. Existía también el 'No Hay' Dependiente de algún mostrador, su nulo interés por los clientes lo hacía contestar a cualquier requerimiento con un monótono 'No hay'. Y finalmente, en mi memoria queda 'El Flanagan', un tipo con look punk que bailando al ritmo de Prince y con un tocacassette infaltable al grito de 'Queremos rooooock' perturbaba con su música y sus costumbres antisociales a todo aquel que se le cruzara por delante además claro de despotricar contra todo lo que fuera cultura nativa declarándose amante de todo lo inglés.
Pues he recordado este programa y cómo es que hoy en día mantiene su vigencia y su pregunta sigue también tan pendiente como entonces, más de veinte años después. ¿Qué nos pasa?
En Lima, Ciudad de los Reyes hay tantos personajes que se podría llenar no media sino horas de televisión con sus hábitos y actitudes tan absurdas como vergonzante. Está semana poblarán este pequeño espacio del ciberespacio.

7/4/12

Marinera

Él tiene una hermana. Llamémosla Viviana. Él solía quedarse con ella en casa y a su cuidado. Siete años de edad los separaban. Ella iba a clases de marinera y en casa tenía un elepé con la música necesaria para practicar así que a cada momento se oía a volumen para multitud el característico sonido introductorio de la aguja rozando el redondo filo del vinilo y en segundos estallaba la percusión inicial y luego los vientos rabiosos de una banda poderosa que acompañaban el movimiento grácil de esta adolescente Viviana con el pañuelo de su viejo en la mano derecha. Esta vez Viviana había interrumpido la limpieza de la sala para entregarse a la danza despreocupada así que abandonada sobre el sofá se apoyaba la escoba de paja y en tal mueble, además, sentado se encontraba él, con sus escasos formativos 5 o 6 años. Tenía ya el permiso ganado para salir a jugar a la calle. Es así que en medio de la demostración de destreza de Viviana, mientras ella sonreía al cielo raso y seguía los movimientos de un tan experto como imaginario compañero de baile, él cogió la escoba y sonrió sin necesitar que nadie lo mire. Cogió la escoba y la dirigió hacia los pies de su arrobada hermana. Ella trastabilló, casi cayó al suelo y la artística e inspirada demostración se vio abruptamente finalizada.
- Ja ja, te malogré tu baile, presumió él con una sonrisa honesta y confiada.
- Ja ja te malogré tu salida, replicó rápidamente ella, remedando la risa anterior.
El lloró y hasta hoy se acuerda.

6/4/12

Navidad

Lida ama la navidad. Con el inicio de diciembre empieza el ritual anual de sacar de roperos o de debajo de las camas los elementos de la navidad perfecta que año con año sin embargo ha ido igual encontrando la manera de crecer en hospitalidad, ornamenta, gastronomía.
Está el árbol por ejemplo. Durante años se vivió con uno pequeño, verde, sencillo e ideal para una casa pequeña. Se le adornó por años con las mismas esferas multicolores, las mismas estrellas que colgaban perdiendo cada año un poco de su brillo y siempre estuvo en el mismo lugar. Era una tradición. Pero un año el árbol creció unos centímetros. Y luego otro poco y así cada vez hasta llegar al techo de esta casa nueva con ventana a la calle. Hoy lo adornan además de bolas y estrellas, ángeles, papanoeles made in China y peluches made in casa, completando un cuadro impactante y realmente conmovedor para quienes entendemos el significado de esta navidad.
El nacimiento ha tenido una evolución similar pero con una diferencia significativa. En algún momento este símbolo de la navidad sufrió un proceso de mitosis y logró el milagro de la reproducción. Pues hoy se puede hablar de los nacimientos, de tal manera que al llegar la medianochebuena nacen los hermanos Jesús uno con un peso algo superior al otro pero ambos sanitos y blanquitos.
El banquete también ha ido incorporando cada celebración nuevos elementos que lo han ido mejorando en sabores y calorías. A los originales pavo, chocolate, panetón e insuperables tamales, se les han añadido las tortas, el pollo, la pierna de chancho, el arroz árabe, el arroz navideño, un candelabro con velas apagadas y finalmente un casa de golosinas del tipo Hansel y Gretel que demora días en hacerse y minutos en desaparecer víctima de saqueo diabético.
Y es así que cada año Lida consigue que esta celebración supere a la anterior y logra despertar en toda su apática familia el espíritu navideño, lo que sea que esto signifique y por esto estamos todos secretamente agradecidos.

5/4/12

Clásico

Eran a muerte. Durante tres años o más, el clásico de la promoción fue la D contra la E. Se compartían las clases de deporte y en las frías mañanas del óvalo de Higuereta nos enfrentábamos en una batalla de dos horas por el honor de los goles convertidos y la deshonra de volver a clase mojado y derrotado.
Cada vez la cancha quedaba más chica para tanta entrega y en esta liga de dos en la que no había más premio que un primer lugar y el premio consuelo era irremediablemente el fondo de la tabla, se terminó jugando a cancha completa y arcos reglamentarios. en un caos táctico que favorecía a los habilidosos, entusiastas, mentirosos y limitados futbolísticos, que estratégicamente ubicados podían descansar, comentar y chonguear con frescura siendo igual parte de un partido inacabable que terminaba a las casi dos horas con un 'continuará' (la siguiente semana).
Como en cualquier clásico, los resultados eran siempre impredecibles. En el vestuario compartido, se podía terminar por escuchar a veces las quejas de 3 dedos o las excusas de Cane o los gritos destemplados y sonrientes de Rata buscando explicaciones inexistentes. Esto sucedía unas veces pues las otras la Tota podía estar renegando por un pase que se le fue entre las piernas o Topo hablando solo o la Pica en silencio porque al final, es solamente una pichanga Chato, no es para tanto. Llegar a la clase de alemán esperando que sea ya el recreo para celebrar o soportar alrededor de una mesa de ping pong.
Así era el fútbol, hermoso e infinito.

4/4/12

Peso

Es difícil escribir cuando tienes miedo. Cuando eres un burgués que teme perder ese poquito que ha acumulado. Ese poquito de dinero, de cariño, de aceptación. Temer no te hace un burgués pero ser uno sí te hace temer porque eres lo que tienes, lo que muestras. Y lo que no se ve, no existe. O sea eres nada.
Es difícil escribir cuando temes decir lo que quieres decir y has aprendido desde siempre a guardarte lo que piensas para no ofender a nadie. Cuando te callas y esperas esos dementes diálogos imaginados en los que sí dices lo que quieres y como lo quieres decir y siempre imaginas un final feliz para ello. Sales ganador cuando esos seres recreados hacen (en tu retorcida imaginación) lo que les has ordenado, con diligencia y culpa.
Porque de eso se trata todo, de hacer que los demás hagan lo que tú quieres, como lo quieres, cuando lo quieres. Eso se parecería mucho a la felicidad.
¿Pero es de verdad así? ¿Ganarán los malos? No nos convencerán jamás de que eso es la felicidad ¿Esto será solo una arenga o la descripción del futuro a la vuelta de la esquina? Llega entonces el día en que te cogen débil y te vuelves uno de ellos.
Te dejas llevar y buscas esa felicidad incompleta, dominas a uno para que el no dominarte a ti mismo no sea una carga tan pesada.

3/4/12

Vinilos

En un edificio azul de La Victoria funcionaba una empresa importadora de mangueras. El primer piso había sido convertido en una enorme tienda y luego en cada piso al menos un departamento pertenecía a la dicha empresa y funcionaban como oficinas o depósitos o almacenes. En los demás departamentos simplemente convivía gente.
Pero un día hubo que abrir un departamento a la fuerza. Al parecer había estado abandonado por mucho tiempo. Vino el chofer de la empresa, un gigante de casi dos metros y con la ayuda de pequeños ayudantes, lograron al cabo de unos pocos minutos abrir la puerta de ese lugar al que el hombre hacía tiempo no accedía. Una vez que entraron , frente a ellos vieron un lugar detenido en el tiempo. Intactos, los muebles y accesorios se encontraba ordenados, los artefactos cual si hubieran servido buenamente hasta hace minutos y la oscuridad de las cortinas cerradas. Lo único que daba fe del abandono en que se encontraba el domicilio era la gruesa capa de polvo que todo lo cubría.
Las miradas entre todos fueron inevitables y así también lo fueron los pensamientos impuros; el saqueo era inminente. Vajilla, libros pero sobre todo los discos, cientos, miles de ellos perfectamente conservados y acomodados en lugares destinados especialmente a ellos. Música de todo tipo, long plays mantenidos en perfecto estado por el tiempo, muchos de ellos probablemente vírgenes, sin haber sido jamás molestado por la aguja recurrente de algún tocadiscos.
Entonces tuvieron que ser 'Los Panchos' para papá, pero no le gustaban tanto al final. Música clasica en colección del Reader's Digest y un José José para mamá. Real maravilloso huir por las escaleras scuras del edificio con bolsa de grueso plástico blanco llena de música y ssalir a escondidas del edificio aunque todos supieran lo que venía sucediendo. Viaje en micro de una hora e inmaculados, los redondos vinilos, resucitaron en una casa que de allí en más y por un largo tiempo decidió ignorar la mentira digital y sumergirse en el pasado plástico y negro de cantores atemporales
.

2/4/12

Libreta Electoral

El día que Bernal recibió su libreta electoral por primera vez, fue el día en que enterraron a Lolo Fernandez. Un diía antes pidió permiso para ausentarse del trabajo ese día y muy temprano se fue al Callao, a La Punta a recoger su boleta militar o algo así. E l asunto es que él esperaba tomarse más tiempo pero al final todo terminó en menos de 15 minutos. A las 8 de la mañana salió a la calle y miró a todos lados contemplando la belleza de un completo día libre por delante. Salió para el centro de LIma donde debía tramitar la libreta electoral. Tomó un bus que lo llevó rapidísimo. Hizo cola, esperó, entregó sus fotos, en media hora más 9 y 30 había dejado de ser un indocumentado. Decidió caminar.
El primer lugar donde recaló fue Polvos Azules. Bazar interminable, le gustaba recorrerlo una y otra vez imaginando lo que haría con algunas de las cosas que podía comprar allí. Pantalones, camisas polos, videos, discos, zapatillas, miraba todo con la esperanza de algo que llamara su atención. Hasta que encontró La Ciudad y los Perros en video. Lo compró para recordar una noche familiar en que se quedó a verla por televisión pero vencido por el sueño no logró ver más allá de los diez primeros minutos.
Luego fue y teminó en la biblioteca nacional sacando un carné que usaría con frecuencia en los sábados tristes de universidad. Y entonces ya era mediodía en sus orejas, los pies le dolían, tenía hambre. Pero sobre todo, había algo que lo decepcionaba que era el mirar hacia adelante y saber que no había nada por hacer, que seguía siendo el mismo del día anterior y de antes de su cumpleaños dieciocho. Nada había variado, la calle era la misma, el centro seguía igual, seguramente la casa a la que ahora volvía en derrota tampoco habría cambiado, ni la familia, ni los amigos. Ni él en realidad. El futuro continuaba siendo el pasado pero ahora con la esperanza cada día en bajada más pronunciada.

1/4/12

Buster Keaton

Hubo un tiempo en el que la biblioteca nacional hacía uso del cine que allí dentro se encuentra. Existía un cine club y por un sol se podía ingresar a ver películas en blanco y negro que solo podían verse en pantalla de ese tamaño, allí. Fue en ese lugar que vi por primera vez a Buster Keaton. Fue un corto como preludio al largometraje de fondo. Apareció alli, persiguiendo mariposas hasta terminar en una reserva india y las aventuras que allí le sucedieron. Me sorprendieron las muchísimas carcajadas que arrancó entre el público. No supe en aquel momento de quién se trataba y no capté el detalle de su rostro imperturbable pero permaneció en mi el recuerdo de esos cortos minutos sobre la memoria de la película que vi despues. Es cir, se robó el show.
Después descubriría quién era aquel personaje y lo perseguiría entre cine-clubes y vídeo-clubes de los cuales siempre salí tan sonriente y orgulloso de ese secreto que los demás en el bus de regreso desconocían. Más adelante me avergoncé sin embargo cuando supe que había aparecido en 'Candilejas', película que vi sin, ni por asomo, haber notado su presencia.
Para mi su mejor película es Our Hospitality y hace mucho que no he vuelto a ver ninguna de sus obras.