1/5/12

Raul - Capítulo 3

Y después de esa semana vino otra. Y Raul y este hombrecito eran amigos, de los mejores, como uña y mugre. No se sabe cuanto tiempo profundizó esta amistad pero aquí se debe recordar que las amistades jamás pueden ser exclusivas. Están aquellos, los otros amigos en búsqueda de mejores amigos y los que fueron, hoy lo son de otros y mejor es subirse al caos de esta galaxia amical o nos quedaremos a un lado mirando y estorbando tanta relación efímera y formadora. Nunca eres el mismo tras cada último mejor amigo.
Entonces esto dos de pronto fueron 4. Cuatro cuatro. Rodrigo, Rafael, Raul y el hombrecito. Raul era el arquero, Rodrigo y el hombrecito hacían los goles, pero más Rodrigo y Rafael jugaba al voley muy bien aunque de eso se enteraron después. Era un buen grupo. Tocaban un tambor, una pandereta hecha de chapas y tenían una guitarra vieja, oscura, desafinada, así que sería los Beatles. Fueron famosos una noche gracias a la perra Dinky y cantaron para padres emocionado una canción que habían creado dos horas antes apenas. Estaba la música, el fútbol, la mesa del comedor de Rodrigo. Raul vivía en Limatambo y allá fuimos a inventar música pero mejor juegan fútbol en la calle y la noche los sorprendía con pentagramas sin notas más un hojas sin pentagramas.
Entonces Raul tocaba el tambor y el hombrecito quería cantar. Ringo y John Lennon no pueden ser mejores amigos. Raul hizo bien y el hombrecito fue un triste beatle con minúsculas que expulsaba a Pete Best sin dar la cara. Ya eran 5 porque llegó Cesar. Topo vino después. Así que se decidió ejecución de Raul. Innecesaria ejecución. Injusta ejecución. Ejecución al fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario