29/9/17

CAMINAR

Caminar es lo que finalmente nos distinguió de los monos. Pasar de necesitar cuatro patas a dos piernas sencillas para moverse de un lado a otro nos ha llevado hasta la luna donde finalmente, nuestro objetivo último era caminar.
Se aprende a caminar al llevar aproximadamente un año de vida. Los caminos son inciertos entonces y contrario a lo que se cree, así permanecen por el resto de la vida. Se camina de la mano de papá o mamá hasta que se encuentra el amor, que entonces se camina de la mano de esa persona que nos evitará tropezar con la misma piedra como le sucedió a Julio Iglesias.
Se puede hacer en compañía, claro, pero no más de dos personas al mismo tiempo. Es lo que soporta cualquier vereda pues de tres para arriba, habrá momentos de confusión en los que no se sepa quien deberá pasar primero. Esto activará la conciencia de que en todo grupo de personas hay jerarquías. Activará entonces el respeto, que es enemigo de la conversación pues esta necesita de apertura total tanto en lo por decir como en lo por escuchar.
Machado lo dice y Serrat lo canta: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Los caminos de la vida no son lo que Vicentico esperaba y las Bangles han caminado como egipcias por más de tres décadas.

Se camina siempre hacia un lugar aunque a veces no sepamos cuál es.

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