10/1/15

HI HI HI

... we're gonna get hi hi hi
the night is young...

Paul McCartney

El Jr. Varela a la medianoche de Breña es un lugar al que todos recomiendan no ir. La gente que te ve caminar hacia allí literalmente te lo dice casi en un ruego. Allí hay un tipo de esquina, de los que en mis tiempos presumían de las mejores zapatillas y hoy lo hacen del mejor celular. En realidad hay varios tipos en esa esquina, pasando el mercado, unos en cuclillas, otros mirando y esperando.

Hay que acercarse solo a uno y pedirle amablemente que nos venda grifa. Jamás se dice marihuana, las palabras de más de cuatro sílabas no son bienvenidas. Entonces él tomará tu dinero y lo verás alejarse con la paciencia que da una sartén cogida por el mango y desaparecer en alguna puerta lejana. Si estás acompañado de alguien conversarán por unos segundos sobre lo vulnerables que están en aquel instante, cómo podrían tranquilamente ser asaltados, estafados, escupidos, violados, lo que fuera en esos minutos breves y las estrellas mirarán pasar sin inmutarse a millones de años luz de distancia. 

El alma vuelve al cuerpo cuando el tipo de la esquina reaparece desde la misma puerta, ahora con paso firme, revoleando los brazos al andar. Es hora de guardar silencio mientras se acerca. Ya está, dice y estira el brazo con un pedazo de hoja de paginas amarillas de esas que los bomberos usan para apagar incendios. Cuidando de no decir nada estúpido, el libro de Macera que traes en la mano y que al final nunca leíste se abre para recibir entre las páginas 88 y 89 el preciado tesoro de medianoche.

La noche siguió entonces su curso decadente.

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